lunes, 30 de junio de 2008

Remedios sencillos

En medicina antigua los remedios se precian de sencillos.
Distingamos pues entre un remedio demasiado complicado, complejas y extensas fórmulas elaboradas con técnicas dificilísimas y un remedio bueno.
Distingamos entre un remedio con un nombre muy largo y difícil de pronunciar y un remedio bueno.
La sabiduría no es del nombre o la complicación que les demos a nuestras fórmulas. La sabiduría está en cada remedio de la naturaleza pues la sabiduría está en la naturaleza.
Suficientemente compleja es la constitución interna, química, del remedio “marcela”, por decir un ejemplo que todos manejamos y sabemos qué bien hace.
Y mejor aun hará si le tenemos fe al “alma” de la planta. Ésa es la doctrina de Paracelso, de su Tratado de elementales. Eso es lo que afirmaron un Franz Hartmann o un Arnoldo Krumm Heller, catedrático en Berlín y autor del biorritmo.

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